
Cuando amanece,
noto polvo de estrellas sobre mis ojos,
atisbo las guirnaldas de tu pelo,
y las pequeñas partículas iridiscentes
sobrellevan mi visión de ti a otro plano,
donde te veo colorida, bella,
con negros ojos y labios rojo púrpura.
Anhelo besarlos, pero la magia del momento decide por mí.
Prefiero observarte,
lamer con mi mirada tus carnosos pómulos rosados,
que me llevan al éxtasis del Amor que desatas en mí.
No es lujuria ni deseo, sino profundo latir
de mi músculo inquieto que late en mi pecho,
y anhelo abrazarte, porfiar mi delirio,
hasta que de mi vientre nazca
un lazo Eterno que nos unirá más allá de este mundo.
De la poetisa contemporánea Diana Colomar Ginto, cuyos últimos poemas están incluidos en el libro colectivo Al filo de la espada roja (Diversidad Literaria, 2025).
