Llanto

Foto: Willgard
Necesito llorar,
desahogar mis penas.
Mi corazón quebrado
lo clama a gritos,
pero mis ojos se han secado.
Son un cielo yermo
que no vierte lágrimas
blancas o negras,
dulces o amargas,
cristalinas o veladas;
un páramo desabrido
por el que nada fluye.

El cauce de mis pupilas
es un arroyo invisible
en el que no afloran llantos,
los gemidos que me crujen
por fuera y por dentro,
que se ahogan
en su propio fango.
Por la cuenca de mis ojos
asoman surcos de sangre estéril,
heridas infringidas
con palabras afiladas.
que horadan mi alma.

Poema incluido en el poemario inédito A media voz

Deja un comentario